Quiénes somos

IVS CIVILE SALMANTICENSE es una Red Salmantina de Civilistas Latinoamericanos, constituida bajo la forma jurídica de Asociación civil sin ánimo de lucro, con la finalidad de dar cobertura insitucional a una realidad fáctica ya existente y de aprovechar una oportunidad única.

1.- La red existente

A lo largo de los últimos 25 años, el Área de Derecho Civil de la Universidad de Salamanca ha venido tejiendo de manera espontánea una extensa red de contacto, más o menos permanente, con numerosos estudiosos del Derecho Civil de toda Latinoamérica.

A ello ha contribuido en gran medida la recepción de más de 600 doctorandos en nuestros programas de doctorado “Nuevas Tendencias en Derecho Privado” (entre 1989 y 2012) y “Derecho Privado” (tras el RD 99/2011), muchos de los cuales han alcanzado la colación del grado de doctor en el viejo estudio salmantino. Así mismo, en estos últimos años han pasado un buen número de estudiantes latinoamericanos por el Máster en Derecho Privado Patrimonial. Y desde enero de 1995, a lo largo de las 38 ediciones de los que, primero, se denominaron Cursos de Postgrado en Derecho y, más tarde, Cursos de Especialización en Derecho, siempre pilotados por la Fundación General de la Universidad de Salamanca, los estudios de Derecho Civil han tenido constante presencia, muy especialmente el curso de Derecho de Contratos y Derecho de Daños, por el que ha pasado más de un millar de profesionales del Derecho cultivadores de nuestra disciplina civilista.

Tampoco ha sido ajena a la formación de esa red la intensa actividad que, de manera individual o colectiva, han desarrollado en el espacio latinoamericano algunos de los integrantes de nuestro Departamento de Derecho Privado, con publicaciones, participación en congresos y conferencias, impartición de cursos de toda índole e, incluso, el desarrollo de maestrías, cursos de postgrado y programas de doctorado de la Universidad de Salamanca en algunas universidades argentinas, chilenas, colombianas, mexicanas, portuguesas, etc.

Nada de ello es casual, si se recuerda cómo los vigentes Estatutos de la Universidad de Salamanca proclaman explícitamente su vínculo secular con la Comunidad Iberoamericana, y declaran su compromiso de colaboración en la docencia y en la investigación.

Una parte muy notable de los centenares de juristas que, de un modo u otro, antes o después, han entrado en contacto con esa red, ocupan hoy lugares muy destacados en la civilística nacional e internacional: magistrados de todo rango, ministros de cortes supremas, catedráticos, decanos o rectores universitarios, abogados prestigiosos, notarios, etc.

2.- La necesidad a cubrir

El Derecho Civil de nuestros días está conociendo una verdadera revolución, de dimensiones sólo comparables a las que tuvieron lugar con la Pandectística o la Codificación. Vemos hoy cómo muchos de los principios y bases que han sustentado la teoría general de las obligaciones y de los contratos se encuentran sometidos a profunda revisión, cuando no a su directa abolición; la irrupción del Derecho de consumo ha supuesto un verdadero cataclismo en el orden jurídico contractual; la globalización ha obligado a repensar muchos de los instrumentos jurídicos que aparecían concebidos para relaciones jurídicas “entre vecinos”; las instituciones del Derecho de familia del siglo XXI no guardan ni siquiera parecido con las que parecían inmutables sólo hace cincuenta años; no hace falta ilustrar el alcance de los cambios y desarrollo que ha conocido el Derecho de Daños; han aparecido nuevas formas de utilización y disfrute de los bienes; los fenómenos de socialización, constitucionalización, publificación, retorno a la idea de persona, diversificación legislativa y desinstitucionalización del Derecho Civil, que ya atisbaron algunos clarividentes civilistas hacia la mitad del siglo XX, constituyen hoy ya la verdadera realidad de nuestra disciplina. La descodificación de Irti, ha venido a verse sucedida por una recodificación que ya alumbró Díez-Picazo y que ya encuentra un exponente vivo en el nuevo código argentino. Pero, lamentablemente, también es forzoso reconocer que en algunos momentos y lugares, los legisladores y la jurisprudencia no están actuando a la altura de las circunstancias y no son conscientes de la envergadura de sus decisiones. En pocas palabras, “algo está sucediendo en el Derecho Civil”. Y por ello, es más necesario que nunca un esfuerzo colectivo e institucional destinado a reflexionar, profundizar y, en la medida de lo posible, influir en la comunidad jurídica para que las soluciones legislativas, jurisprudenciales y científicas satisfagan de la mejor manera posible los requerimientos de la sociedad.

Son, por otra parte, muchos los integrantes de esa red de hecho de civilistas latinoamericanos próximos a la Universidad de Salamanca los que vienen proponiendo y reclamando legítimamente un marchamo y dimensión institucional para eso que, casi sin proponérselo, hemos venido configurando entre todos desde hace más de un cuarto de siglo. Se trata de evitar que todo quede en un puñado de viejos recuerdos, buenos (pero lejanos) amigos y algún que otro encuentro puntual a uno u otro lado del océano, del Ecuador o de la cordillera andina.

3.- Una oportunidad y una excusa

La Universidad de Salamanca y sus civilistas ocupan un observatorio privilegiado de todos esos fenómenos, por razones muy diversas, que sin duda derivan de la existencia de la mencionada red espontánea, aunque también tienen que ver con su posición geográfica, como puente entre la intensa actividad jurídica latinoamericana y la realidad privatística de la Unión Europea. Y sería imperdonable no aprovechar la oportunidad, verdaderamente única, que todo ello nos brinda, para convertir esa red, alimentada hasta hoy por contactos y afectos personales y por algunas actividades científicas más o menos aisladas, en un foro institucional donde, con vocación de permanencia y trascendencia a la mera relación personal, se dé cabida y difusión a las valiosas aportaciones de esta pequeña comunidad jurídica.

Existe, además, una magnífica excusa para hacerlo en este momento. La Universidad de Salamanca, nacida en 1218 precisamente en torno a los estudios de Ius Civile (junto a los del Derecho Canónico), como bien recuerda el frontispicio del Aula de Derecho Civil (hoy, Aula Salinas) del Viejo Estudio, está a punto de celebrar su octavo centenario, que lo es también de toda la universidad española. Sus estatutos sirvieron de modelo para la fundación de la mayor parte de las más antiguas y prestigiosas universidades americanas.

No podemos, impunemente, dejar pasar ese momento histórico sin ofrecer un testimonio científico e institucional de lo que representa el Derecho Civil de España y América. Y tenemos la intención de hacerlo con la celebración en Salamanca de un CONGRESO INTERNACIONAL DE DERECHO CIVIL. 8º CENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA en Octubre de 2018 que sirva como escaparate para una fotografía global y profunda del Derecho Civil de nuestros días, y altavoz para las aportaciones de todos aquellos juristas latinoamericanos que tienen mucho que decir al respecto.

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